Sobre el Día de las Madres…
Si me ahorcaran en la más alta montaña, sé ¡oh! Madre, que hasta allí me seguiría tu amor. Si en el más profundo mar me ahogara, sé, ¡oh! Madre mía, que hasta mí llegarían tus lágrimas. Si me maldijeres en cuerpo y alma, ¡oh! madre mía, sé que tus oraciones invalidarían la maldición.
Rudyard Kipling
Fue la poetisa y activista social estadounidense Julia Ward Howe quien convocó a celebrar el Día de las Madres, como una respuesta pacifista a las guerras Civil de EE.UU. y Franco-Prusiana.
Ward Howe nos recordó que las mujeres tienen la responsabilidad de dar forma a las sociedades. Son ellas quienes desde nuestros primeros años de vida nos inculcan valores y nos educan. Su rol es de gran importancia para el desarrollo de los niños, un grupo demográfico estratégicamente importante para el futuro del país.
De las mujeres depende formar seres humanos capaces, inteligentes, con valores, principios e ideales; personas que se conviertan en mejores ciudadanos, alejados de las drogas, la violencia y la corrupción; seres humanos comprometidos con el desarrollo de la sociedad.
Pero las mujeres, además de madres, hoy desempeñan a lo largo de su vida facetas muy diversas, entre ellas la de profesionista.
De acuerdo con el último censo, el 51% de los mexicanos, 57.5 millones, son mujeres. De ellas, 6 millones, más del 10%, son cabezas de familia; de manera que se ven obligadas a poner en segundo plano, no siempre por decisión propia, la formación de sus hijos.
Sin embargo, no todas las mujeres forman parte del mundo laboral. Hay quienes permanecen en casa, pero su trabajo se valora escasamente. Las tareas del hogar y la educación de la familia son igual o más demandantes que cualquier empleo.
Creo que es justo que por este esfuerzo, aquéllas que decidan estar en casa para ocuparse del desarrollo emocional e intelectual de sus hijos reciban una compensación que refleje el valor que agregan en el hogar –y a nivel agregado en la sociedad.
La eterna controversia sobre el rol de las mujeres, como profesionistas o madres, continuará por muchos años más, como podemos ver en este artículo publicado recientemente en el New York Times. Pero esta decisión es de cada una de ellas y debemos respetarla. Aquí mismo, en las filas de Grupo Salinas tenemos muchas mujeres muy capaces, responsables y trabajadoras, y una parte importante de ellas cumplen una doble función como madres, va mi respeto y admiración a todas ellas.
Sea cual sea su lugar, las familias no serían las mismas sin la presencia, el apoyo y liderazgo de la madre. Finalmente son ellas quienes trazan y dan forma a las sociedades.